Premios Bizintek 2020: un año más impulsando la innovación

Ya conocemos los finalistas de los Premios Bizintek al “Proyecto Fin de Grado, Máster o Postgrado” de 2020. En su quinta edición, el certamen de ingeniería e innovación dio el salto a las universidades de todo el país para destapar los nuevos talentos de la ingeniería y motivar la creatividad de las futuras generaciones. Las propuestas seleccionadas destacan por su alto nivel de complejidad y desarrollo, así como por estar en sintonía con las tendencias tecnológicas más actuales.

Los Premios Bizintek al “Proyecto Fin de Grado, Máster o Postgrado” de 2020 no paran de crecer, es un hecho. Cada año, este certamen tecnológico es un auténtico punto de encuentro para los principales actores del I+D+, y su quinta edición escenifica el compromiso de Bizintek Innova con las nuevas generaciones de ingenieras e ingenieros que desean labrarse un futuro profesional en el mundo de la tecnología. Esta edición de los Premios Bizintek ha sido sin duda la más reñida, al contar con estudiantes de diferentes disciplinas de Ingeniería y universidades repartidas por toda la península. En total, el jurado ha tenido que evaluar 36 proyectos realizados por estudiantes de 15 universidades repartidas por todo el país (Euskadi, Navarra, Andalucía, Cataluña, Castilla, Madrid…).

Para seleccionar los finalistas –una tarea nada sencilla–, el jurado evaluó los proyectos en las siguientes áreas y en base a criterios específicos: diseño electrónico, programación de sistemas embebidos, IoT y aplicaciones web o móviles.

Finalmente, los ganadores de los Premios Bizintek al “Proyecto Fin de Grado, Máster o Postgrado” de 2020, son tres promesas de la ingeniería que han desarrollado proyectos innovadores, eficientes y con un grado de complejidad difícil de igualar en el campo de la investigación universitaria a este nivel. En concreto, las propuestas ganadoras se centran en las tendencias tecnológicas y temas de innovación que marcarán los próximos años, como la salud digital, el IoT y las Smart Cities, combinando distintas tecnologías en cada proyecto.

Uno de los finalista es Jon Duo Angulo, del IMH de Elgoibar, por el diseño y fabricación de un módulo de calidad de aire para digitalización de las Smart Cities. La calidad del aire es una característica medioambiental de las ciudades, estrechamente relacionada con el bienestar de la ciudadanía, la sostenibilidad y la habitabilidad, además de una de las mayores preocupaciones para instituciones y habitantes, siendo necesaria su digitalización para poder actuar al respecto.

En el marco de la realización de un estudio de I+D en Elon (empresa centrada en energías renovables), el autor de este proyecto empezó a trabajar en el diseño y fabricación de un módulo de calidad de aire para la digitalización de Smart Cities. Hasta ahora, la instalación de dispositivos de medición es cara y compleja, y además no llega a medir todos los contaminantes reconocidos por la OMS.

El proyecto de Jon Duo Angulo consta de dos fases. En primer lugar el diseño de una solución de medición de calidad de aire de tamaño reducido, alta precisión y de bajo coste, y capaz de medir todos los contaminantes reconocidos por la OMS. Finalmente, el desarrollo integral de un módulo que responde totalmente a los requisitos hardware y software planteados. Sencillo, ¿verdad?

Otro de los finalistas de este año es Jerónimo Jesús Agulló Ocampos, de la Universidad de Sevilla, gracias al diseño de un dispositivo y una aplicación móvil de medida del nivel de potasio en sangre a través del procesamiento del ECG para el tratamiento de la hipokalemia. Se trata de la deficiencia continua o transitoria del nivel de potasio sérico, la enfermedad más común de todos los desórdenes electrolíticos existentes. Sin embargo, es una enfermedad difícil de detectar.

Este proyecto propone un pequeño dispositivo electrónico y portable con varios días de autonomía, capaz de detectar episodios de hipokalemia: se basa en la relación del potasio, electrolito básico del cuerpo humano, y la morfología de la curva T del electrocardiograma (ECG). Mediante un complejo sistema, transforma estas señales en datos legibles en un smartphone. Ante un episodio de hipokalemia, el teléfono activa una alarma. De este modo, el paciente puede tomar un complemento que aumente su nivel de potasio sérico y los servicios sanitarios pueden estar en aviso ante una emergencia.

Todos los datos son gestionados a través del teléfono y de una aplicación de Android. Además, se ha realizado un script en Matlab que permite verificar el correcto funcionamiento del algoritmo de detección de los valores del pico y del final de la curva T del ECG así como calibrar la aplicación.

El tercer proyecto finalista consiste en el dispositivo Walkit creado por Pablo Aguilar Orellana, de la Universidad de Málaga, un sistema de bajo consumo para monitorización remota de caminadores. Se trata de un kit modular, de código abierto y de bajo coste que permite dotar a cualquier andador convencional de sensores inteligentes conectados a la red. Esto permite monitorizar diversos parámetros del paso del usuario, para extraer información de su estado de salud y sobre su respuesta al tratamiento de rehabilitación que está siguiendo.

Este proyecto pretende desarrollar una plataforma que represente gráficamente los datos registrados, permitiendo la toma de decisiones preventivas basadas en la evolución de las lecturas. Además, podría evolucionar en un sistema de inteligencia artificial que, en función del análisis en tiempo real de dichos datos, prevenga caídas y compense dificultades motoras.