La inclusión de la electrónica de consumo en sectores tradicionales y la aceleración de la transformación hacia la Industria 4.0 generan una demanda de empleos tecnológicos que las empresas no logran cubrir. Especialistas en IoT, big data, inteligencia artificial… La nueva pandemia es la falta de alumnos en las carreras tecnológicas, y las empresas se ven obligadas a distinguirse para atraer este escaso talento y no perder el tren de la tecnología, que constituye la base de cada vez más servicios e industrias.
La pandemia de Covid no ha cambiado el mundo precisamente, sino que simplemente ha acelerado la transición hacia una nueva “normalidad tecnológica”. De hecho, en 2016 Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, fue el primero en acuñar el concepto de “cuarta revolución industrial”, que describió como “una fusión de tecnologías que están borrando las líneas entre lo físico, lo digital y lo biológico”.
Ya conocemos los grandes cambios que trae esta revolución (digitalización, transformación de las formas de producir y consumir, inmediatez…). Pero, ¿cómo afecta a la demanda de especialistas encargados de hacer realidad este nuevo mundo digital? Más pronto que tarde, los empleos tecnológicos serán los pilares de la industria y los servicios.
Renovarse o morir: la cuarta revolución industrial y los empleos tecnológicos
Si bien todas las revoluciones traen consigo cambios positivos y negativos, en el caso de la revolución digital y la Industria 4.0, los especialistas en ciertas disciplinas tecnológicas (electrónica de consumo, IoT, big data…) parten con ventaja, ya que son un activo muy cotizado por todo tipo de empresas. Y en el futuro lo serán aún más. En los últimos dos años, la adaptación tecológica de ciertos sectores tradicionales a causa de la pandemia se ha consolidado. No obstante, este proceso se inició antes, por ejemplo con cada vez más presencia del comercio remoto o la teleasistencia en todo tipo de empresas.
Para no perder el tren de la digitalización y la Industria 4.0, o simplemente para seguir siendo competitivas, las empresas que tradicionalmente no eran consideradas tecnológicas se ven obligadas a adoptar cada vez más herramientas tecnológicas, les guste o no. Sin ir más lejos, pongamos el ejemplo de las peluquerías o los gimnasios, que cada vez más cuentan con un software de reserva de citas, o los restaurantes, con sus menús en formato QR (lo que implica una interacción tecnológica por parte del cliente).
El boom de la electrónica de consumo requiere nuevos empleos tecnológicos
Pero no solo eso. Ahora estamos viviendo un boom de la electrónica de consumo, es decir, la inclusión de la electrónica en negocios y artículos tradicionales: maletas, cerraduras, equipo deportivo, retail… Es simplemente una cuestión de supervivencia para las empresas, y a cada sector e industria le llegará el momento de transformarse profundamente. El resultado del auge de la electrónica de consumo es la consolidación del IoT, el internet de las cosas.
Ahora, la tecnología es el pilar fundamental de la industria y los servicios. Por ejemplo, en la industria el impulso de la revolución tecnológica en curso se orientó primero a una reducción continua de costes a través de una mayor automatización. Más máquinas, más complejas y más inteligentes implican un requisito básico: personal con mayor cualificación. Mientras los primeros pasos de la Industria 4.0, se basaron en la automatización y recopilación de datos, ahora vivimos una transformación más enfocada hacia el dato y la inteligencia artificial.
Los empleos tecnológicos serán la base de la industria y los servicios
Esta aceleración de la Industria 4.0 también explica por qué muchos proveedores de servicios relacionados con las TIC se están embarcando en una fiebre de contrataciones. La pandemia ha acelerado la adopción de robots y otras tecnologías de automatización, una tendencia que ya estaba en marcha con paso firme, pero que ahora ya es una realidad a todos los efectos. Para la industria tecnológica, esto significa un incremento de la demanda de trabajadores cualificados y, por tanto, de la competencia por acceder a los perfiles más preparados.
Empleos tecnológicos: la nueva pandemia es la falta de alumnos
Actualmente, el mercado laboral tecnológico presenta una serie de carencias. Faltan tanto perfiles técnicos como la motivación para realizar este tipo de estudios. De esta manera, se podría decir que la nueva pandemia es la falta de alumnos en carreras tecnológicas. Las empresas tecnológicas que compiten al nivel de Bizintek tienen un gran reto por delante.
Este escenario se traduce en una mayor demanda de desarrolladores, servicios en la nube, ciberseguridad y soluciones de IoT e inteligencia artificial, entre otras especialidades, como ya analizamos en nuestro blog en 2020.
Existe la creencia de que las carreras relacionadas con la tecnología son difíciles, que es necesario tener un dominio de las matermáticas o de la informática en general, algo que cada vez es menos así. En su gran mayoría los jóvenes son grandes usuarios de la tecnología, pero no son creadores de tecnología. Analizado desde la perspectiva de todo un sector industrial como podría ser la energía o la logística, el problema es serio y estructural ya que las consecuencias derivadas de este déficit se convierten en un obstáculo para desarrollar proyectos e innovaciones tecnológicas que mejoren la competitividad de las empresas. Toda esta situación ser podría definir en una frase: los desarrollos tecnológicos se aceleran, la oferta laboral en el sector aumenta, pero los profesionales especializados escasean.