El acabado de la superficie de un PCB es el recubrimiento que existe entre los componentes y la base del PCB. Este acabado nos ayuda a garantizar la soldabilidad y protege el cobre del circuito.
A menudo cuando estamos diseñando nos preguntamos cual será el mejor acabado para nuestro producto. En esta entrada vamos a centrarnos en los tres acabados más comunes, aunque en el mercado existan otros menos habituales.
Los acabados más comunes son:
1. HASL and lead-free HASL
2. Inmersion Silver
3. Inmersion ENIG (Electroless nickel immersion gold)
Para acertar en nuestra elección debemos realizarnos algunas preguntas previas y en base a las respuestas aprenderemos a valorar cual es el acabado que más se ajusta a nuestras necesidades.
¿Cuál es la finalidad de nuestro producto?
¿Cuál será su precio de mercado y su margen de beneficios?
¿En que ambiente va a permanecer?
¿Cuál es su vida útil?
¿Qué nivel de calidad nos exigen las normas que se le aplican?
En primer lugar, es importante saber la finalidad del producto y con ello el coste de mercado asociado ya que existen unos acabados más económicos que otros en función de sus características.
Si nuestro producto contiene un diseño sencillo, es de bajo coste y no requiere una larga vida en uso, su acabado ideal es el HASL (nivelación de soldadura con aire caliente).
Este acabado destaca por su buen precio, pero es importante tener en cuenta que su acabado no es muy pulido y para diseños complejos no es ideal.
Por otro lado, es muy sensible a las agresiones externas y es por ello que lo podemos valorar siempre y cuando su utilidad final no este en ambientes muy húmedos o con contrastes térmicos. Por tanto, es una buena opción para productos de vida útil corta.
Si lo que buscamos es un producto de mayor calidad, acabado más pulido y regular en su pads en diseños algo más complejos podemos decantarnos por el acabado de Inmersión Silver (Inmersión en plata) donde la relación calidad precio resulta muy interesante pero una vez más debemos tener en cuenta el ambiente ya que este acabado es muy sensible a las agresiones externas, en especial a la humedad donde su almacenaje debe ser controlado de manera más eficiente.
Una vez valorados estos dos acabados si ninguno de ellos se ajusta a nuestras exigencias, ya que disponemos de un producto que exige una calidad de alto rendimiento, más resistente que los anteriores en los ambientes menos controlados y con posibilidades de retrabajos permitiendo un mayor número de usos, debemos decantarnos por el acabado de niquelado no electrolítico cubierto con inmersión en oro comúnmente denominado ENIG.