Desde hace años, en todo el mundo se reconoce que hay una escasez de competencias en ingeniería y perfiles técnicos: simplemente no hay suficientes ingenieros para llevar a cabo todas las inversiones y proyectos que se desearía, tanto a nivel local como en el plano internacional. La inclusión de la electrónica de consumo en sectores tradicionales y la aceleración de la transformación hacia la Industria 4.0 generan una demanda de ingenieros y empleos tecnológicos que las empresas no consiguen cubrir. Hoy en España se gradúa el mismo número de ingenieros que en 1996. De aquí a unos años, este problema será realmente grave.
Actualmente, el mercado laboral tecnológico presenta una serie de carencias, y una elevada demanda de ingenieros. Como ya analizamos en el artículo La tecnología, pilar fundamental en los servicios y la industria publicado en la web de Bizintek, la nueva pandemia es la falta de estudiantes en las carreras tecnológicas, y las empresas relacionadas con el desarrollo de productos de nueva tecnología encuentran serias dificultades para atraer este escaso talento y poder seguir creciendo. Faltan tanto perfiles técnicos como la motivación para realizar este tipo de estudios. ¿Por qué ocurre y cuáles son sus consecuencias?
La gran demanda de ingenieros es un problema estructural
Este escenario se traduce en una mayor demanda de ingenieros especializados, desarrolladores, servicios en la nube, robótica, diseño electrónico, personas expertas en ciberseguridad, soluciones de IoT e inteligencia artificial, entre muchos otros servicios, como ya explicamos en 2020 en nuestro blog Búsqueda de talento, el reto de Bizintek tras el coronavirus. Una demanda de ingenieros que es muy complicado satisfacer, y que se debe cubrir para que empresas tecnológicas como Bizintek sigan creciendo al ritmo óptimo que pueden alcanzar.
Según el informe de la Comisión Europea de 2019 sobre carencias y excedentes de mano de obra en el mercado laboral, las competencias en arquitectura e ingeniería aparecen como dos de las más demandadas en Europa. Los ingenieros eléctricos, de software, civiles y mecánicos son algunas de las profesiones en las que hay un déficit importante de profesionales cualificados. Esto se explica no solo por la disminución del número de estudiantes que pasan por el sistema educativo europeo, sino también por la falta de solicitudes de alumnos de fuera de la Unión.
Hay menos alumnos de ingeniería que en 1996
El año pasado en España se graduó el mismo número de personas en ingeniería que en 1996. Puede no parecer un drama, pero teniendo en cuenta el contexto tecnológico y económico que vivimos, es por lo menos preocupante. No sabemos cuántos especialistas necesita hoy en el mercado laboral, ya que en la demanda de ingenieros influyen multitud de factores como la rama estudiada o los diferentes sectores industriales… Sin embargo, es evidente que faltan. El hecho de que haya menos alumnos también ha reducido las notas de corte de las universidades técnicas, y es lógico pensar que esto afecta en la duración de los estudios (más años) y en el número de personas que no terminan la carrera.
En proporción con otras disciplinas, cada vez los estudiantes eligen menos carreras técnicas a pesar de tener buenas perspectivas profesionales. Aquí está el gran problema de la gran demanda de ingenieros: a pesar de la creciente necesidad de estos perfiles y las buenas condiciones laborales de un sector en auge, estas carreras no despiertan el interés que deberían entre las nuevas generaciones. ¿Qué se está haciendo mal?
No cubrir la demanda de ingenieros es un lastre económico y tecnológico
Los próximos años hasta 2026 serán más o menos estables en las matriculaciones de ingenieros, mientras las necesidades de las empresas siguen creciendo. Después, se complicará todo mucho más ya que intervienen diversos factores del todo estructurales, como por ejemplo el descenso de la natalidad. El problema es serio y tectónico, ya que las consecuencias derivadas de este déficit se convierten en un obstáculo para desarrollar proyectos e innovaciones tecnológicas que mejoren la competitividad de las empresas.
Estamos hablando de tendencias que funcionan a muy largo plazo, es imposible que se logre un boom de matriculaciones en carreras de ingeniería de la noche a la mañana. Dicho esto, está claro que los planes que se están llevando a cabo, tanto por parte de autoridades, universidades y empresas, no están dando frutos. Encontrar la solución a la escasez de competencias técnicas dependerá de lograr identificar sus causas de fondo. No será fácil ni rápido, y requerirá un esfuerzo coordinado de todas las partes interesadas.
Acercar la ingeniería a las nuevas generaciones
A la hora de explicar la demanda de ingenieros y por qué los jóvenes no se incorporan al sector en proporción suficiente, cabe destacar tres aspectos: la falta de conocimiento sobre lo que realmente hace un ingeniero, la percepción errónea de lo que es la ingeniería y la falta de oportunidades para participar en la ingeniería (por ejemplo, es necesario atraer a más mujeres a un sector tradicionalmente masculinizado).
El abanico de nuevas disciplinas ha crecido en las últimas décadas. Esto también exige un nuevo conjunto de habilidades y conocimientos para la resolución de problemas que gobiernos, educadores y empresas están tratando de abordar. En muchos sentidos, el entorno escolar es el lugar donde las elecciones que hagan los estudiantes y las materias que cursen determinarán la cantera inicial de talento que las empresas podrán contratar en el futuro. Por tanto, es importante garantizar que todas las personas jóvenes tengan buen conocimiento y comprensión de las opciones de las carreras técnicas y de ingeniería.
Premios Bizintek al Proyecto Fin de Grado: creando vocación
De esta manera, conscientes de la demanda de ingenieros y del grave problema que acecha a nuestro sector en el largo plazo, hace ya varios años en Bizintek decidimos poner en marcha una iniciativa pionera para fomentar el talento y la vocación por las nuevas tecnologías, los Premios Bizintek al Proyecto Fin de Grado, Máster o Postgrado, que en 2022 cumplen su VI edición. Basándonos en lo explicado anteriormente, se trata de una forma de abrir las puertas de la Ingeniería, con mayúscula, a los estudiantes que diseñarán los entornos digitales e industriales del futuro: un proyecto concebido para que las nuevas generaciones de ingenieros e ingenieras puedan avanzar en sus carreras profesionales, en un sector que les necesita con urgencia.
Desgraciadamente, lo único que parece claro es que la crisis de semiconductores va a estar un tiempo con nosotros. Al menos durante 2 años más, el sector tecnológico en particular, y por ende multitud de industrias en general, seguiremos viviendo estas tensiones en los plazos de suministro y un incremento de precios sostenido. No obstante, un dato alentador es que, con todo, queda menos para que las nuevas fábricas entren en funcionamiento.
Además, según apuntan diversas y reputadas fuentes como los expertos de Deloitte en una entrevista titulada The end of the semiconductor shortage is near, la demanda también está empezando a cambiar, ya que se espera una desaceleración de la economía mundial. Que no cunda el pánico, el sector del automóvil seguirá impulsando fuertemente la demanda, aunque veamos que empiezan a ralentizarse las ventas de otros productos como teléfonos, tablets u ordenadores.
Por suerte todos los grandes fabricantes han visto la oportunidad y necesidad de invertir en nuevas plantas de producción para revertir esta crisis de semiconductores. Es el camino a seguir, pero para recuperar el terreno perdido las inversiones deberían ser aún mayores.